
Me quedo con las sonrisas de las niñas y niños de Malahome, con sus miradas de pícara inocencia, su ternura, su amor y su agradecimiento. Me quedo con su felicidad difícil de explicar para el que sepa su historia. Imposible no llevarse más de lo que dejas, aunque lo que dejes sea tu corazón.
Rubén Puertas
Voluntario en Nepal 2025
Me quedo con las sonrisas de las niñas y niños de Malahome, con sus miradas de pícara inocencia, su ternura, su amor y su agradecimiento. Me quedo con su felicidad difícil de explicar para el que sepa su historia. Imposible no llevarse más de lo que dejas, aunque lo que dejes sea tu corazón.